
La segunda Ley Cósmica de Kryon es ésta: En cada Ser Humano existe una divinidad profunda. Pero no es intuitiva. Se ubica ahí y "los aguijonea". Saben que está ahí. Está presente con suficiente fuerza como para que los Humanos busquen la religión, ¿no es cierto? Tiene suficiente fuerza como para que busquen a Dios en alguna forma y satisfagan esa búsqueda mediante la participación, la congregación, la adoración, la doctrina. Pero la verdad de lo que son permanece oculta. Esa es la segunda ley: No es intuitivo que ustedes son Dios. No es su intuición la que les dice que dentro de su ADN están todos sus dones. Es una hermosa ley cósmica. Es hermosa porque se encuentran en un punto en el cual, si buscan lo divino, tienen que desearlo realmente. No puede ser expresado superficialmente, porque entonces no obtendrán respuestas.
Esto explica por qué quizá algunos de ustedes abrió un estudio o un libro y dijo: "Voy a ensayar esto, o haré esto, o esto no significó nada para mí." Es posible que cuando se marchen hoy digan: "Esto tampoco me ayudó." Les diré por qué –porque no invirtieron nada en ello.
Participaron en forma casual, buscando algo que los cambiase. Más bien, ¿por qué no buscan una herramienta para cambiarse a ustedes mismos? Ese es el mensaje. Es porque decidieron no abrir su corazón, porque no vieron la oportunidad cuando se presentó una legión de ángeles, sea lo que sea que eso signifique para ustedes.
En este salón hay entidades, pasadas y presentes, partes de ustedes que están aquí y que ustedes desconocen totalmente. El Akasha está presente (la fuerza vital del planeta). ¿Saben qué es eso? Ustedes forman parte de ello. Caminando aquí por los pasillos están las esencias de los que amaron y perdieron en este planeta. Quizá se pregunten acerca de ellos. Tal vez digan: "¿Qué harían si pudiesen verme ahora?" Y llaman a Mamá o a Papá: "¡Ayúdame a comprender la verdad!" Esa familia los rodea todo el tiempo. Están aquí. Es aquí donde están… no arriba en el cielo. Y nunca se fueron en realidad, ¿saben? Algunos de ustedes lo sabrán porque son capaces de olerlos y sentirlos. No lo digo en vano; les digo que estas cosas forman parte de las leyes cósmicas. Ustedes son criaturas divinas y tienen un velo que lo oculta. Esa fue la número dos. El dos, en términos de numerología, representa la dualidad.
Esto explica por qué quizá algunos de ustedes abrió un estudio o un libro y dijo: "Voy a ensayar esto, o haré esto, o esto no significó nada para mí." Es posible que cuando se marchen hoy digan: "Esto tampoco me ayudó." Les diré por qué –porque no invirtieron nada en ello.
Participaron en forma casual, buscando algo que los cambiase. Más bien, ¿por qué no buscan una herramienta para cambiarse a ustedes mismos? Ese es el mensaje. Es porque decidieron no abrir su corazón, porque no vieron la oportunidad cuando se presentó una legión de ángeles, sea lo que sea que eso signifique para ustedes.
En este salón hay entidades, pasadas y presentes, partes de ustedes que están aquí y que ustedes desconocen totalmente. El Akasha está presente (la fuerza vital del planeta). ¿Saben qué es eso? Ustedes forman parte de ello. Caminando aquí por los pasillos están las esencias de los que amaron y perdieron en este planeta. Quizá se pregunten acerca de ellos. Tal vez digan: "¿Qué harían si pudiesen verme ahora?" Y llaman a Mamá o a Papá: "¡Ayúdame a comprender la verdad!" Esa familia los rodea todo el tiempo. Están aquí. Es aquí donde están… no arriba en el cielo. Y nunca se fueron en realidad, ¿saben? Algunos de ustedes lo sabrán porque son capaces de olerlos y sentirlos. No lo digo en vano; les digo que estas cosas forman parte de las leyes cósmicas. Ustedes son criaturas divinas y tienen un velo que lo oculta. Esa fue la número dos. El dos, en términos de numerología, representa la dualidad.
UN GRAN ABRAZO PLATINO PARA TODOS LOS LECTORES DE ESTE ESPACIO
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